martes, 27 de enero de 2009

LA REVOLUCIÓN DEL AMONIACO




Más de uno se preguntará cómo ha podido el NH3 provocar una revolución de cualquier tipo. A ello intentaré dar respuesta en este artículo.

El NH3 lo sintetizó a escala industrial por primera vez, hace unos 100 años un químico alemán, Fritz Haber. Este hecho, aparentemente sin importancia, queda en eso, en aparentemente, pues se considera a esta molécula de tan sólo cuatro átomos como uno de los motivos del cambio de rumbo del siglo XX.
Aunque pueda parecernos exagerado, esta afirmación se basa en las numerosas y variadas aplicaciones del NH3 a la vida cotidiana, una de las más importantes que vino dada por otro químico alemán (Carl Bosch) fue la aplicación industrial. Esto le supuso tanto a Haber como a Bosch sendos premios Nobel.
El NH3 se utilizaba y aún se sigue utilizando como fertilizante (ya que el Nitrógeno constituye un nutriente básico en las plantas), como tinte para textiles y para el cabello, como base de nuevos materiales (como el nylon), formando parte de las pinturas, de productos de limpieza, como alimentación del ganado, como “ayudante” en la extracción mineral, efecto positivo con la captura de CO2 en selvas y bosques donde el Nitrógeno se encuentra en mayor concentración…
Sin duda, de sus aplicaciones más importantes, una de ellas es la de fertilizante pues este hecho hizo dispararse la producción agrícola llegando a sustentar al 48% de la población mundial.
Pero con el NH3, no todo ha sido, como suele decirse, un lecho de rosas…el NH3 tuvo una aplicación que aun sigue teniendo hoy en día y es algo de lo que no debería sentirse especialmente orgulloso el hombre que patentó su descubrimiento, su aplicación como explosivo. De hecho, despertó mayor curiosidad esta aplicación que otras en los industriales alemanes, quienes además se vieron “apremiados” por el estallido de las hostilidades en la Primera Guerra Mundial y no tardaron en desarrollar la producción a gran escala de NH3 con fines militares.
Desarrollaron la nitroglicerina, el nitrato de amonio y el trinitrotolueno o TNT, explosivos cuya base es el ácido nítrico obtenido a partir de la oxidación del NH3 (proceso Haber-Bosch).
Se considera también al NH3 responsable directo de las muertes de entre 100 y 150 millones de personas en las guerras que se han ido sucediendo a lo largo del siglo XX, casi nada.
Resulta paradójico que uno de los padres del desarrollo de estos productos, Haber, un patriota que se esforzó durante mucho tiempo con su trabajo en el desarrollo como potencia económica y militar de su país, fuera de origen judío y que en 1933 con la subida al poder de Hitler se viera obligado a dejar Alemania. Además, miembros de su propia familia fueron víctimas del exterminio Nazi con un veneno basado en el cianuro (ZYKLON-B) desarrollado por un grupo de investigadores bajo su dirección y empleado en las terribles cámaras de gas.
El empleo del NH3 en las aplicaciones descritas tiene consecuencias medioambientales que convienen subrayar. Tan solo el 17% del NH3 usado como fertilizante acaba su ciclo en el consumo humano, el resto termina en el aire o en la tierra y esto junto a su creciente uso está provocando una alteración del ciclo del Nitrógeno natural. Además, una consecuencia de que el NH3 vaya a parar a las aguas es que aumenta la concentración de nitratos en ellas y estos son ingeridos por algas y bacterias que acaban con el O2 disuelto que necesitan otras especies. Este proceso recibe el nombre de eutrofización.
Por último, porque el pobre más no puede dar, el nitrógeno está alterando el balance atmosférico haciendo que aumente la concentración de O3 de la troposfera (dañino para los seres vivos en contacto con él) y reduciendo su concentración en la estratosfera donde desempeña un importante papel en la filtración de la radiación ultravioleta (UV).
¡Vaya con el amoniaco!




Esperanza Gavira.

2 comentarios:

Rubén Nieto dijo...

A primera vista, la síntesis industrial del amoniaco no parece un tema que despierte pasiones, al menos no para el común de los mortales. Sin embargo, hay que reconocer que,con tan prosaico tema, has sabido hacer una entrada amena, atractiva e incluso impregnada de de fina ironía.
Te felicito.

Anónimo dijo...

si, la verdad es que, al principio, no llama demasiado la atención, de hecho, ni yo estaba segura de "donde me habia metido" porque no sabia que el tema diera para tanto. Pero trabajando sobre ello la cosa empezo a fluir facilmente.
Gracias y a ver si cumples tu amenaza, profe... Lo estoy deseando... jajajajaja es broma!

 
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