martes, 26 de agosto de 2008

BÚSQUEDA DE VIDA EN MARTE: RESULTADOS CONTRADICTORIOS / THE SEARCH FOR LIFE ON MARS: CONTRADICTORY RESULTS


Images: photo ESA

"Tenemos agua", declaró hace unos días William Boyton, de la Universidad de Arizona, y uno de los responsables de la parte científica de la misión Phoenix. El agua fue detectada en una muestra de suelo congelado tomada a unos 5 cm de profundidad por el brazo excavador de Phoenix Mars Lander. Éste es uno de los motivos que han impulsado a la NASA a prolongar la vida de la misión durante cinco semanas más, hasta el 30 de Septiembre.


Estos últimos días. el brazo excavador de Phoenix ha emprendido una perforación más profunda, que le llevará a tomar muestras a 18 cm de la superficie, y que podría corroborar la presencia de agua. De confirmarse este hallazgo, ¿significaría que puede haber vida microbiológica en Marte? No necesariamente.


El agua líquida es, junto con la presencia de compuestos de Carbono, requisito básico para la existencia de vida (no entraremos a especular sobre posibles vidas basadas en Silicio u otros elementos). Por tanto, la presencia de agua en Marte nos indica que "uno" de los requisitos básicos se encuentra allí y pudo participar en la formación de seres vivos.


Sin embargo, además de necesitarse también compuestos de Carbono - objeto de búsqueda de la nave europea Exo Mars, cuyo lanzamiento está previsto para 2013 - hay muchos factores físicos y químicos que pueden haber hecho imposible el desarrollo de vida en Marte. Hablaremos sólo de dos de los más conocidos.


Uno sería el viento solar: un flujo continuo de partículas subatómicas que bombardearían la superficie planetaria, impidiendo prácticamente las complejas reacciones de síntesis prebiótica, previas a la formación de las primeras células. En nuestro planeta, el potente campo magnético terrestre impide que el viento solar traspase la atmósfera, excepto, ocasionalmente, en las proximidades del Polo Norte (lo que se manifiesta en las espectaculares auroras boreales). Ignoramos aún si esa situación se dió en Marte durante su historia remota, aunque sí sabemos que en la actualidad prácticamente carece de campo magnético.


El otro es la presencia, fruto de erupciones volcánicas o de reacciones entre los gases de la atmósfera pretérita y los minerales superficiales, de algún compuesto fuertemente oxidante. En este sentido, la misión Phoenix nos depara una mala noticia, aunque no definitiva. Uno de los minilaboratorios a bordo de la sonda (el instrumento MEGA) ha detectado indicios del muy oxidante perclorato. pero el otro minilaboratorio (TEGA) no los ha encontrado. Por otro lado, el perclorato podría proceder de los compuestos producidos en las combustiones que tienen lugar en los reactores del cohete propulsor durante el despegue de la Tierra.


En resumen, y como es habitual en cualquier investigación científica, la exploración de Phoenix proporciona algunas respuestas, pero abre la puerta a nuevas preguntas.
 
Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons