lunes, 12 de agosto de 2013

BIOLOGÍA EN EXPLOSIÓN, MEDICINA EN PROGRESIÓN (2)

 
 
En mi anterior entrada comentaba algunos avances en Biotecnología que pueden –seamos cautos –tener importantes aplicaciones médicas en un futuro más o menos próximo. A continuación escribiré muy brevemente sobre otros dos avances que, en apariencia, están muy poco relacionados con los anteriores. Sin embargo, si los relacionamos todos entre sí, podemos obtener ciertas conclusiones interesantes sobre el funcionamiento de la ciencia:
1.- La hamburguesa “biotecnológica”. Recientemente se ha publicitado la presentación en sociedad de la primera hamburguesa elaborada a partir de cultivos de células musculares, procedentes, a su vez, de células madre bovinas. Desde un punto de vista estrictamente científico no es un avance en nuestro conocimiento. Se trata, más bien, de una nueva aplicación de algo que ya se venía haciendo: desarrollar cultivos celulares de distintos tejidos animales a partir de células madre adultas o embrionarias de la misma especie.
Las valoraciones de esta nueva aplicación biotecnológica son muy variadas. Muchas voces han asegurado que esto permite afrontar el abastecimiento de proteínas animales, de alto valor nutritivo, a una población mundial en continuo crecimiento. Quienes opinan esto nos recuerdan que la producción de carne tiene unos límites marcados por el enorme consumo de tierras fértiles, agua, combustibles, etc. necesario para mantener la descomunal cabaña ganadera que nos alimenta. En el mismo sentido – el de una valoración positiva – se alzan voces recordando los enormes sufrimientos que la ganadería industrial impone a multitud de animales.
Otros analistas, sin embargo, rechazan conceder a esta innovación un valor que no sea el puramente anecdótico, algo así como esas paellas gigantescas que se elaboran solamente para hacer una nueva entrada en el libro Guinness de los records. Un punto de vista próximo a éste es el de quienes se preguntan si detrás de esta hamburguesa high-tech. no habrá un nuevo y gigantesco negocio para las grandes empresas biotecnológicas, y si no sería más razonable (aunque menos beneficioso para los del business) reducir el consumo de carne en los países más desarrollados.
2.- Última hipótesis sobre las causas de la “explosión cámbrica”. Con este nombre se conoce un hecho que supone un reto a la capacidad explicativa de la Biología evolucionista desde los tiempos del propio Darwin. Hace 540 millones de años, en el momento que los científicos marcan como el comienzo del período Cámbrico, los océanos registran la aparición “repentina” de todos los grandes grupos animales actuales excepto uno (los Vertebrados) y unos cuantos más que posteriormente desaparecerán. Las hipótesis para explicar esta aparentemente repentina explosión de biodiversidad, se pueden clasificar en tres grupos:
- Hipótesis genéticas. Atribuyen este fenómeno a la aparición de algunos grupos de genes reguladores del plan estructural del cuerpo: simetría bilateral, cuerpo segmentado, ´repetición de órganos en cada segmento, cefalización, etc. En las últimas décadas, la investigación en Genética del desarrollo ha puesto de manifiesto que bastan unas pocas (quizá algunas decenas) mutaciones, duplicaciones y recombinaciones en algunos genes (genes homeóticos) para diferenciar una célula huevo en animales con cuerpos tan distintos como los de un ratón, una mosca, un gusano marino o un ser humano. Es más, la secuenciación de estos genes homeóticos ha revelado que los compartimos todos los animales, con pequeñas diferencias que son, precisamente, las que explican que tengamos un cuerpo humano y no el del “espantoso insecto” en que se despertó convertido Gregor Samsa, el personaje de La Metamorfosis de Kafka. Parece tentador, pues, atribuir la explosión cámbrica a la relativamente rápida acumulación de cambios genéticos en unos animalitos más sencillos, tal vez parecidos a los actuales pólipos, medusas, etc.
- Hipótesis ambientales. Todas ellas tienen en común la identificación de algún factor ambiental como “culpable” de esta repentina  aparición de formas de vida complejas en los océanos cámbricos. Uno de los candidatos mejor situados como desencadenante ambiental sería el oxígeno molecular (O2), que habría alcanzado concentraciones atmosféricas próximas a las actuales. Esto habría llevado a los mares a saturarse de oxígeno disuelto, lo que, a su vez, habría permitido la aparición en poco tiempo (geológicamente hablando) de formas de vida más voluminosas, estructuralmente complejas y que requieren un metabolismo energético muy intenso, lo que, por razones químicas, sólo es posible si se usa el oxígeno para obtener energía.
Otros posibles desencadenantes de la explosión cámbrica podrían ser el sodio o el calcio disueltos en el agua marina (en definitiva, la salinización de los océanos, con distintas variantes), algún cambio climático planetario, el establecimiento de las corrientes marinas en formas parecidas a las actuales, y hay incluso quien relaciona la formación de la capa de ozono con este fenómeno.
- La hipótesis negacionista. Hay científicos que directamente niegan la existencia de la explosión cámbrica. Según ellos, tal explosión lo es sólo en apariencia, puesto que el registro fósil anterior a ese período es muy escaso. Existen algunos fósiles anteriores que corresponderían a antecesores de la mayoría de los grupos que aparentemente surgieron en el Cámbrico. Estos fósiles constituyen la fauna de Ediacara, un conjunto de restos de formas extrañas (discos planos de un metro de diámetro, animales que recuerdan vagamente a estrellas de tres puntas, etc.) que poblaron los mares durante las decenas de millones de años inmediatamente anteriores al Cámbrico. Según los defensores de esta hipótesis, la fauna de Ediacara debería ser interpretada como la antecesora directa de los grupos animales que aparecieron después, y no como una especie de “experimento evolutivo” fallido, que ha sido la interpretación clásica.
Pues bien, un equipo científico encabezado por A. Knoll (Universidad de Harvard) ha concluido que fue un incremento relativamente brusco de la concentración oceánica de oxígeno el principal responsable de la explosión cámbrica. Han llegado a esta conclusión  comparando los ecosistemas cámbricos con actuales ecosistemas muy pobres en oxígeno en fondos marinos profundos. Probablemente, no esté dicha aún la última palabra sobre este enigma (¿cuándo lo está en ciencia?), pero parece que estamos ante un importante avance: la identificación de un factor ambiental que posibilita el desarrollo de una enorme biodiversidad.
 
Recapitulemos: hígado de repuesto, curación de enfermedades hereditarias por terapia génica, hamburguesa a partir de células madre y explosión cámbrica. ¿Qué tienen en común estos cuatro avances científicos? Los tres primeros parecen relacionarse a través del campo de la Biotecnología, pero ¿y el cuarto?



 
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