Se llama energía nuclear a aquella que se obtiene al aprovechar las reacciones nucleares espontáneas o provocadas por el ser humano. La principal característica de este tipo de energía es la alta cantidad de energía que puede producirse por unidad de masa de material utilizado en comparación con cualquier otro tipo de energía conocida por el ser humano.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, han firmado en Roma un acuerdo de cooperación nuclear que abrirá el mercado italiano a la construcción de centrales nucleares.
Italia y Francia han celebrado una cumbre bilateral con la participación de sus respectivos ministros de Exteriores, Defensa, Economía, Infraestructuras, Educación, Cultura y Políticas Europeas.
En los años sesenta se crearon las primeras instalaciones para generar electricidad a partir de la energía nuclear, pero fue a primeros de los sesenta cuando la crisis del petróleo hizo que muchos países industrializados apostaran por este tipo de tecnología dentro de sus planes de desarrollo energético, aunque la crisis económica de final de esta década junto con la incipiente preocupación de la opinión pública por las posibles consecuencias negativas de la energía nuclear, provocó ciertos movimientos antinucleares que supusieron una pérdida para el desarrollo de este tipo de energía. Actualmente la producción de electricidad a partir de la energía nuclear tiende a ir en aumento a nivel internacional.
Una clara muestra de este incremento son las cifras alcanzadas en 2004, año en que la electricidad producida a través de la energía nuclear aumentó en un 3.7%, lo que coloca a la energía nuclear como la productora de alrededor del 20% de la electricidad que se consume a nivel mundial.
En España la mitad de la energía primaria proviene de los combustibles fósiles. Por otro lado, las emisiones de gases de efecto invernadero, lejos de descender, no dejan de aumentar. De seguir como hasta ahora, en el período 2008-2012 pueden ser superiores en un 60% a las del año 1990, a pesar de que en el Protocolo de Kyoto se asumió el compromiso de no sobrepasar un aumento del 15% entre 1990 y 2010. Este enorme incremento puede suponer fuertes sanciones por parte de la Unión Europea y un elevado coste por la compra de derechos de emisión. Las medidas recogidas en la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética 2004-2012 no son suficientes para paliar la situación, sobre todo porque solo el sector eléctrico ya produce casi la cuarta parte de las emisiones totales del país.
Pero todos tenemos en mente los desastres que este tipo de energía ha acarreado a la humanidad. A partir de mediados de la década de los ´50 comenzaron a producirse graves accidentes en plantas nucleares de USA, ex URSS, Canadá, Gran Bretaña y Japón. La mayoría de ellos debido a fallos humanos. Afectaron seriamente a seres humanos y al ambiente. En 1963, Indian Point (USA), hubo un escape radiactivo de esa central nuclear puso fin a la fauna de los ríos cercanos y contaminó los productos agrícolas. En 1971, Minesota (USA), más de 190.000 litros de agua radiactiva desbordaron del depósito de desechos del reactor y se volcaron en el río Mississippi. Parte del derrame afectó al suministro de agua potable de St.Paul. En 1979, Harrisburg (USA), hubo una fuga de vapor radiactivo en la planta nuclear de Three Mille Island, nube que cubrió 30 km2. Se evacuó 106 personas. Con el tiempo nacieron criaturas con severas malformaciones genéticas (congénitas). En 1979, Tennessee (USA), hubo otro escape de uranio (U) altamente enriquecido que contaminó aproximadamente a 1.000 personas con casi 5 veces la radiación que normalmente recibían por año. En 1981, Japón, durante una reparación en la planta de Tsurunga, 45 trabajadores quedaron expuestos a material radiactivo. La filtración contaminó el lecho de una bahía pesquera cercana. En 1986, Oklahoma (USA) hubo un estallido de un cilindro de material nuclear excesivamente cargado tras ser recalentado en la planta Kerr McGee. Y en 1986, Chernobyl (Ucrania), el famoso estallido/fusión del reactor (núcleo). 25 personas murieron en los meses siguientes, 18.000 hospitalizadas, 92.000 evacuadas. Profusión de cánceres y malformaciones. Contaminación de flora y fauna de Ucrania y Bielorrusia desde Kiev hasta Gomel. La nube radiactiva sobrevoló toda Europa.
Con todo esto, otra “solución-problema” que tener en cuenta.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, han firmado en Roma un acuerdo de cooperación nuclear que abrirá el mercado italiano a la construcción de centrales nucleares.
Italia y Francia han celebrado una cumbre bilateral con la participación de sus respectivos ministros de Exteriores, Defensa, Economía, Infraestructuras, Educación, Cultura y Políticas Europeas.
En los años sesenta se crearon las primeras instalaciones para generar electricidad a partir de la energía nuclear, pero fue a primeros de los sesenta cuando la crisis del petróleo hizo que muchos países industrializados apostaran por este tipo de tecnología dentro de sus planes de desarrollo energético, aunque la crisis económica de final de esta década junto con la incipiente preocupación de la opinión pública por las posibles consecuencias negativas de la energía nuclear, provocó ciertos movimientos antinucleares que supusieron una pérdida para el desarrollo de este tipo de energía. Actualmente la producción de electricidad a partir de la energía nuclear tiende a ir en aumento a nivel internacional.
Una clara muestra de este incremento son las cifras alcanzadas en 2004, año en que la electricidad producida a través de la energía nuclear aumentó en un 3.7%, lo que coloca a la energía nuclear como la productora de alrededor del 20% de la electricidad que se consume a nivel mundial.
En España la mitad de la energía primaria proviene de los combustibles fósiles. Por otro lado, las emisiones de gases de efecto invernadero, lejos de descender, no dejan de aumentar. De seguir como hasta ahora, en el período 2008-2012 pueden ser superiores en un 60% a las del año 1990, a pesar de que en el Protocolo de Kyoto se asumió el compromiso de no sobrepasar un aumento del 15% entre 1990 y 2010. Este enorme incremento puede suponer fuertes sanciones por parte de la Unión Europea y un elevado coste por la compra de derechos de emisión. Las medidas recogidas en la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética 2004-2012 no son suficientes para paliar la situación, sobre todo porque solo el sector eléctrico ya produce casi la cuarta parte de las emisiones totales del país.
Pero todos tenemos en mente los desastres que este tipo de energía ha acarreado a la humanidad. A partir de mediados de la década de los ´50 comenzaron a producirse graves accidentes en plantas nucleares de USA, ex URSS, Canadá, Gran Bretaña y Japón. La mayoría de ellos debido a fallos humanos. Afectaron seriamente a seres humanos y al ambiente. En 1963, Indian Point (USA), hubo un escape radiactivo de esa central nuclear puso fin a la fauna de los ríos cercanos y contaminó los productos agrícolas. En 1971, Minesota (USA), más de 190.000 litros de agua radiactiva desbordaron del depósito de desechos del reactor y se volcaron en el río Mississippi. Parte del derrame afectó al suministro de agua potable de St.Paul. En 1979, Harrisburg (USA), hubo una fuga de vapor radiactivo en la planta nuclear de Three Mille Island, nube que cubrió 30 km2. Se evacuó 106 personas. Con el tiempo nacieron criaturas con severas malformaciones genéticas (congénitas). En 1979, Tennessee (USA), hubo otro escape de uranio (U) altamente enriquecido que contaminó aproximadamente a 1.000 personas con casi 5 veces la radiación que normalmente recibían por año. En 1981, Japón, durante una reparación en la planta de Tsurunga, 45 trabajadores quedaron expuestos a material radiactivo. La filtración contaminó el lecho de una bahía pesquera cercana. En 1986, Oklahoma (USA) hubo un estallido de un cilindro de material nuclear excesivamente cargado tras ser recalentado en la planta Kerr McGee. Y en 1986, Chernobyl (Ucrania), el famoso estallido/fusión del reactor (núcleo). 25 personas murieron en los meses siguientes, 18.000 hospitalizadas, 92.000 evacuadas. Profusión de cánceres y malformaciones. Contaminación de flora y fauna de Ucrania y Bielorrusia desde Kiev hasta Gomel. La nube radiactiva sobrevoló toda Europa.
Con todo esto, otra “solución-problema” que tener en cuenta.
Laura Gutiérrez.
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