This is the last of a short series of articles about the big biodiversity crisis which has shaken our planet. Its target readers are students and teachers of Upper Secondary - 15-17 year old students. Nevertheless, it can be interesting for much more people. Any comment or criticism will be welcome.
¿Cuántas extinciones
masivas ha habido a lo largo de la historia de la Tierra? Actualmente, hay
consenso en la comunidad científica acerca de la existencia, en el pasado, de
cinco grandes crisis. Sin embargo, algunos científicos admiten también que pudo
haber habido otras, especialmente antes de la primera. Dejemos aparte, de
momento, la Sexta Extinción, que sería la provocada actualmente por los
impactos que las sociedades industriales están ejerciendo sobre la Biosfera.
Las cinco extinciones masivas bien documentadas por la ciencia, son las
siguientes:
1.
Ordovícico final (445
m a aprox.). En ella se ha registrado un rápido e intenso recambio en los
grupos y especies que poblaban los océanos. En cuanto a sus posibles causas, se
la asocia con grandes cambios climáticos, en concreto con una glaciación que
afectó al Hemisferio Sur, y que probablemente llevó a la desaparición,
constatada en el registro fósil, de arrecifes y fauna de aguas cálidas.
Un fondo marino ordovícico. |
3. Triásico
final (200
m a aprox.). Afectó a Ammonoideos, Bivalvos, Gasterópodos, Braquiópodos y
Reptiles marinos, suponiendo también el fin de los conodontos en el registro
fósil. Sobre sus causas se barajan varias hipótesis. Algunas suponen uno o
varios impactos meteoríticos, pero la más aceptada propone la aparición de unas
enormes coladas basálticas en el centro de Pangea. El afloramiento y
desgasificación del magma llevarían consigo la pérdida de oxígeno (anoxia) y el
calentamiento de las aguas marinas.
4.
Permotriásico
(250 m a aprox.): La más devastadora de todas, pero hasta hace unos años se
comprendía menos que la del Cretácico final, pues esta se estudia en sedimentos
más recientes, de los que hay más y mejores muestras.
Durante este
evento, se extinguieron más del 50% de las familias de animales, y, según
ciertas estimaciones, entre el 80% y el 96% de las especies. Esto sugiere
intensas y dramáticas causas, sobre las que se han postulado varias hipótesis:
- Un impacto
meteorítico. Testigos del mismo podrían ser varios cráteres localizados en el
Atlántico Sur y en Australia. Sin embargo, las evidencias no son tan claras
como en la extinción cretácica.
- Vulcanismo
masivo. De su existencia nos hablan los Siberian traps, inmensas coladas
de basalto que corresponden a un intenso flujo de estos materiales a lo largo
de la superficie, y durante un período de unos 30 m. a. (entre 260 y 230 m. a.
aprox.). Para hacernos una idea de la magnitud de estos pulsos de material
caliente, baste saber que una capa sencilla de basalto en el límite
Pérmico-Triásico abarca, de muro a techo, unos 600.000 años.
La secuencia
hipotética de acontecimientos al final del Pérmico podría haber sido esta:
coladas basálticas siberianas – desgasificación del magma – calentamiento
global – deshielo circumpolar – emersión masiva de burbujas de metano, todo
ello en un endiablado torbellino de retroalimentación positiva que llevaría a
la Biosfera a traspasar el umbral de la crisis. Las últimas etapas de esta
secuencia implicarían intensos episodios de lluvia ácida, que producirían la
muerte de muchas plantas y animales terrestres. En los océanos, el
calentamiento traería consigo una caída en la concentración de oxígeno disuelto
y la aparición de condiciones anóxicas en los fondos marinos, que solo
permitirían medrar a especies muy resistentes.Simpático animalito pérmico.
5.
Cretácico-Terciario
(KT, 65 m.a. aprox). Esta extinción masiva ha sido la más investigada, en parte
por su repercusión mediática (el fin de los dinosaurios siempre nos ha
atraído), y en parte porque, al ser más reciente que las anteriores, se
conservan más y mejores materiales para inferir lo que sucedió.
En 1980
apareció en Science un artículo firmado por Luis Álvarez que proponía la
siguiente hipótesis causal: hace unos 65 m.a., un asteroide de unos 10 km de
diámetro impactó sobre la Tierra. A consecuencia de ello, una nube de polvo se
expandió por la atmósfera alrededor de nuestro planeta, interceptando una buena
parte de la luz solar. La fotosíntesis en plantas terrestres y plancton marino
se redujo enormemente. Esto provocó dos tipos de fenómenos. Por un lado, las
redes tróficas, sin productores de materia orgánica, se vinieron abajo. Por
otro, las aguas oceánicas sufrieron importantes cambios de pH, salinidad y
densidad. Esto llevó a importantes cambios en la dirección e intensidad de las
corrientes marinas, con el consiguiente cambio climático en los continentes.
Ambas series de fenómenos convergieron en un mismo resultado final: un cambio
dramático en la biosfera, con la extinción de muchos grupos de seres vivos y la
posterior radiación adaptativa de otros.
¿Hay
evidencias empíricas a favor de esta hipótesis? Parece que sí, y muy
importantes. Estas son algunas de ellas:
A) En los años
posteriores a su formulación, se encontró la huella de un cráter de impacto
meteorítico de esta edad, en Cixjulub (Yucatán, Belice) que bien podría haber
sido producido por el asteroide “culpable” de la extinción. Esta es, quizá, la
prueba más clara a favor del impacto del asteroide.
B) El registro
fósil muestra la extinción súbita de comunidades de plancton y otros organismos
marinos, en muchos lugares del planeta y con una edad que corresponde justo con
el momento del impacto.
C) Con la
misma edad, aparecen también cambios abruptos en las ratios de polen, que
indican una desaparición brusca de muchas Angiospermas (plantas con flor, fruto
y semilla), su sustitución por helechos, que podrían constituir lo que en
Ecología se llama “matorral de sustitución”, y el posterior retorno de las
Angiospermas, tras el desarrollo de nuevos suelos.
D) En lugares
tan alejados como Italia, Canadá, Rusia, Australia y España aparece una fina
capa arcillosa enriquecida en Iridio, un elemento escaso en la corteza
terrestre, pero muy abundante en ciertos tipos de meteoritos procedentes del
cinturón de asteroides. Su edad – la misma en todas las localizaciones – es …
la que habéis adivinado.
A pesar de
contar con tan poderosas evidencias favorables, esta hipótesis “catastrofista”
tiene (no podría ser de otro modo) su alternativa “gradualista”, o menos
catastrofista. En esta segunda hipótesis, la extinción fue causada por una
sucesión de coladas basálticas, cuya huella geológica son los mantos basálticos
del Deccán (India). El afloramiento de cantidades descomunales de magma, que se
iría desgasificando, habría proyectado en la atmósfera millones de toneladas de
aerosoles, gases sulfurosos, etc Todo este material, al alcanzar la
estratosfera, se distribuiría a lo largo y ancho de la atmósfera terrestre,
provocando, a partir de ese momento, unas consecuencias similares a las del
impacto de un asteroide.
La diferencia
más importante, si damos por válida esta segunda hipótesis, es que la extinción
sería más gradual. Esto nos proporciona un criterio para decidir, observando el
registro fósil, entre las dos posibilidades. Pues bien, el registro fósil no
parece lo suficientemente claro al respecto. Para algunos grupos, muestra una
desaparición brusca; para otros, por el contrario, más gradual. Llegados a este
punto, conviene recordar que ambas hipótesis son perfectamente compatibles.
Bien pudiera ser que un período de intenso magmatismo hiciera entrar en crisis
a la Biosfera, y que el impacto de un asteroide, un tiempo después,
representara la puntilla final
Rubén Nieto.
Recreación artística de un impacto meteorítico. |
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