jueves, 29 de marzo de 2012

LA REAL EXPEDICIÓN FILANTRÓPICA DE LA VACUNA - 2




Los principales colaboradores en  esta expedición fueron el director Balmis, con una amplia experiencia en México, América,.. y sus orígenes fueron en la medicina del ejercito. Había llegado a España con la intención de difundir tratamientos para las enfermedades venéreas. El subdirector Salvany, recién licenciado en cirugía. Tanto el subdirector como los ayudantes poseían unan vocación y formación medica de calidad, y estos y los enfermos conocían las técnicas de vacunación. La rectora de la casa de Expósitos de la Coruña, Isabel Sendales y Gómez, fue nombrada para cuidar a los niños que transportaban la linfa vacuna en sus brazos, sin los cuales no hubiera sido posible esta expedición.

El 30 de noviembre de 1803 partieron de la Coruña con destino a América, parándose por el archipiélago canario,  en la corbeta María Pita. La navegación no fue fácil debido a las incomodidades propias de este navío y a la falta de tradición marinera de los expedicionarios.


Al llegar a Puerto Rico tras poco mas de un mes de viaje, la expedición se demoró un poco por la evolución de la epidemia en Nueva Granada. En dirección al continente suramericano, se desviaron inesperadamente a Puerto Cabello, y decidieron ir a Caracas, aprovechando para ir vacunando a la población. La epidemia de Nueva Granada empeoraba y se vieron obligados a dividir la expedición en dos: una hacia Nueva Granada dirigida por Salvany para propagar la vacuna por los Andes y volver a España. La otra, dirigida por Balmis, rumbo a América septentrional y Filipinas, estaba compuesta por el director Francisco Xavier Balmis, el ayudante Antonio Gutiérrez Robredo, el practicante Francisco Pastor, los enfermeros Pedro Ortega y Antonio Pastor y la rectora Isabel Sendales y Gómez. Además los niños que procedían de Galicia. Abandonaron Caracas el 26 de mayo de 1804 en el María Pita hacia Cuba, tras casi tres semanas de viaje llegaron a su destino, donde ya estaban tomadas las vacunas por el médico habanero Tomás Romay, y partieron al puerto de Sisal.

Esta expedición se dividió de nuevo en dos para que Francisco Pastor llevase la vacuna a Guatemala, mientras tanto Balmis partió a Veracruz, donde también estaba establecida la vacuna y no encontraron personas para mantenerla.

Abandonaron Veracruz debido a síntomas de fiebre amarilla de los expedicionarios y partieron a Xalapa y más tarde a la ciudad de México. Allí se produjo un enfrentamiento entre el virrey Iturriagay y el propio Balmis. El segundo se quejaba de la falta de interés del virrey.

Balmis encomendó al hospital a los niños vacuníferos traídos de Galicia. Poco después propagaron la vacuna al norte de Nueva España, en la navidad de 1804 comenzo las negociaciones para pasar a Filipinas a bordo del navío San Fernando de Magallanes.  Tras dos meses de duro viaje llegaron a Manila.
La problemática fue la gran cantidad de islas y por tanto la población muy dispersa. Se dividieron en pequeños grupos y también hubo dificultades provocadas por el clima que afectaron a la salud de los expedicionarios, que hizo que partieran rápidamente a bordo de la fragata portuguesa Diligencia hacia Asia, dejando en Filipinas al resto de los expedicionarios y a los niños mexicanos que llevaban la vacuna.
Cristina  Hidalgo  López





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