Los principales colaboradores en esta expedición fueron el director Balmis, con una amplia experiencia en México, América,.. y sus orígenes fueron en la medicina del ejercito. Había llegado a España con la intención de difundir tratamientos para las enfermedades venéreas. El subdirector Salvany, recién licenciado en cirugía. Tanto el subdirector como los ayudantes poseían unan vocación y formación medica de calidad, y estos y los enfermos conocían las técnicas de vacunación. La rectora de la casa de Expósitos de la Coruña, Isabel Sendales y Gómez, fue nombrada para cuidar a los niños que transportaban la linfa vacuna en sus brazos, sin los cuales no hubiera sido posible esta expedición.
El 30 de noviembre de 1803
partieron de la Coruña con destino a América, parándose por el archipiélago
canario, en la corbeta María Pita. La navegación no fue fácil
debido a las incomodidades propias de este navío y a la falta de tradición
marinera de los expedicionarios.
Al llegar a Puerto Rico tras poco
mas de un mes de viaje, la expedición se demoró un poco por la evolución de la
epidemia en Nueva Granada. En dirección al continente suramericano, se desviaron
inesperadamente a Puerto Cabello, y decidieron ir a Caracas, aprovechando para
ir vacunando a la población. La epidemia de Nueva Granada empeoraba y se vieron obligados a dividir la expedición
en dos: una hacia Nueva Granada dirigida por Salvany para propagar la
vacuna por los Andes y volver a España. La otra, dirigida por Balmis, rumbo a
América septentrional y Filipinas, estaba compuesta por el director Francisco
Xavier Balmis, el ayudante Antonio Gutiérrez Robredo, el practicante Francisco
Pastor, los enfermeros Pedro Ortega y Antonio Pastor y la rectora Isabel
Sendales y Gómez. Además los niños que procedían de Galicia. Abandonaron
Caracas el 26 de mayo de 1804 en el María Pita hacia Cuba, tras casi tres
semanas de viaje llegaron a su destino, donde ya estaban tomadas las vacunas
por el médico habanero Tomás Romay, y partieron al puerto de Sisal.
Esta expedición se dividió de nuevo en dos para que Francisco Pastor
llevase la vacuna a Guatemala, mientras tanto Balmis partió a Veracruz, donde
también estaba establecida la vacuna y no encontraron personas para mantenerla.
Abandonaron Veracruz debido a
síntomas de fiebre amarilla de los expedicionarios y partieron a Xalapa y más
tarde a la ciudad de México. Allí se
produjo un enfrentamiento entre el virrey Iturriagay y el propio Balmis. El
segundo se quejaba de la falta de interés del virrey.
Balmis encomendó al hospital a
los niños vacuníferos traídos de Galicia. Poco después propagaron la vacuna al
norte de Nueva España, en la navidad de 1804 comenzo las negociaciones para
pasar a Filipinas a bordo del navío San
Fernando de Magallanes. Tras dos
meses de duro viaje llegaron a Manila.
La problemática fue la gran
cantidad de islas y por tanto la población muy dispersa. Se dividieron en
pequeños grupos y también hubo dificultades provocadas por el clima que
afectaron a la salud de los expedicionarios, que hizo que partieran rápidamente
a bordo de la fragata portuguesa Diligencia
hacia Asia, dejando en Filipinas al resto de los expedicionarios y a los niños
mexicanos que llevaban la vacuna. Cristina Hidalgo López
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