Se llama Cebrio cardenalis, que es como lo han bautizado sus descubridores. Cebrio es el nombre del género al que esta nueva especie ha sido adjudicada, por su parecido con otras especies de escarabajos incluidas en dicho género. En cuanto al nombre específico - cardenalis - hace referencia al color púrpura de los machos, que, al parecer, recuerda el de las vestimentas cardenalicias. Lo que nos resulta más curioso a quienes escribimos en este blog es el lugar de procedencia de esta especie, nueva para la ciencia: la vecina barriada de Torreblanca (Sevilla), a unos centenares de metros de nuestro IES Valle-Inclán.
Los escarabajos del género Cebrio pertenecen a la familia Elateridae, a veces conocidos como "escarabajos de muelle" por su curiosa capacidad para saltar sobre sí mismos y enderezar su cuerpo al caer al suelo. Los adultos suelen ser detritívoros que viven en el suelo y se alimentan de residuos vegetales. Las larvas, por el contrario, son en muchos casos fitófagas voraces, constituyendo plagas para algunos cultivos.
Otra característica notable de los escarabajos del género Cebrio es el marcado dimorfismo sexual de los adultos.Las hembras, al igual que en otros muchos insectos, son bastante más grandes y conspicuas que los machos. En algunas especies se ha observado una espectacular conducta de apareamiento: la hembra permanece semienterrada en el suelo, mientras varios machos se precipitan volando hacia ella y combaten fieramente entre ellos para lograr el ansiado premio del apareamiento.
Lo más curioso de este hallazgo es que la nueva especie de Torreblanca se ha identificado sobre ejemplares de colecciones de museo, todos ellos machos. Se ignora, pues, cómo serán las hembras y si presentan la conducta de apareamiento antes descrita u otra diferente. Tal vez estemos ante un endemismo nuevo para la ciencia. De ser así, tampoco resultaría muy extraño: los escarabajos constituyen el orden de Insectos más rico en especies (cerca de 300.000 descritas, y continuamente se describen nuevas), hasta el punto de que el famoso biólogo J.B.S.Haldane, padre de la genética evolutiva, decía que "Dios, si existe, debe sentir una inmoderada pasión por los escarabajos".
Sin embargo, la descripción de esta nueva especie (López-Colón y Bahillo, 2012) se ha hecho sobre ejemplares recolectados hace unos 25 años. Como durante este tiempo Torreblanca y todo el Distrito Este de Sevilla se han urbanizado muy intensamente, bien pudiera suceder que lo que López-Colón y Bahillo han descubierto sea una especie ya extinta. Si es así - y esperemos que no sea éste el caso - nos encontraríamos ante un buen ejemplo de la tragedia que sacude actualmente la biodiversidad: ésta desaparece a un ritmo más veloz que el de su descubrimiento.
En definitiva, si los intrépidos entomólogos protagonistas de este descubrimiento quieren continuar sus pesquisas en Torreblanca o barrios adyacentes, pueden contar conmigo para echarles una mano. Seguro que unos cuantos alumnos del IES Valle-Inclán también se apuntan para la búsqueda.