Obsérvese que no digo "los más importantes...", como suele hacerse en este tipo de comentarios, porque es muy discutible considerar un descubrimiento más importante de otro. La selección de avances científicos que todos los años publica la revista Science bajo la rúbrica Scientific breakthroughs of the year es tan discutible como cualquier otra, pero merece la pena conocerla. Seguro que en ella son todos los que están, aunque quizá no estén todos los que son, entre ellos alguno de los que más "es". Hoy comentaremos los tres avances más significativos, según Science, en el campo de las ciencias de la vida.
1.- Receptores de ABA. El ácido abscísico (ABA en adelante) es una hormona vegetal que proporciona una respuesta a situaciones de estrés ambiental, como las que sufren las plantas cuando están expuestas a una sequía prolongada. En tales situaciones, el ABA coloca a la planta (semillas incluidas) en una situación de dormancia, algo así como si funcionara "al ralenti", sin apenas gasto metabólico. Esto permite a la planta resistir largas sequías, algo de mucha utilidad en climas áridos y en nuestras latitudes mediterráneas.
Pues bien, este año se han publicado la caracterización de la estructura de los receptores de ABA, es decir, de las proteínas de la membrana de las células a las que se une la molécula de ABA. Esta unión es la que desencadena una cascada de cambios químicos en las células vegetales que llevan finalmente a que la planta entre en situación de dormancia.
Este hallazgo podría permitir, en el futuro, potenciar o interferir (según nos interese) las reacciones de respuesta de las plantas a la sequía. las consecuencias para la mejora de los rendimientos agrícolas son fáciles de imaginar.
2.- Rapamicina. Es una molécula segregada por ciertas bacterias del suelo, y que ha mostrado propiedades antitumorales (de hecho, ya se usa en el tratamiento de algunos cánceres) e inmunosupresoras. En el 2009 se ha demostrado que esta molécula prolonga la vida de los ratones y, lo que es más llamativo, ejerce este efecto sobre ratones de 600 días de edad, el equivalente a personas de 60 años. ¿Cómo actúa? De momento, es un misterio que requerirá nuevas investigaciones para ser resuelto.
3.- Terapia génica. Este área suscitó grandes esperanzas en los años noventa, con los primeros ensayos sobre pacientes, pero los primeros resultados no fueron muy brillantes, y el entusiasmo inicial se enfrió. Sin embargo, en 2009 se han registrado progresos en el tratamiento por terapia génica de varias enfermedades:
- La amaurosis congénita de Leber, una rara ceguera hereditaria dependiente de un solo gen.
- La leucodistrofia adrenal ligada al cromosoma X, un desorden cerebral que lleva irremesiblemente a la muerte, a menudo antes de la adolescencia.
- Una inmunodeficiencia severa que obliga a vivir en un ambiente estrictamente esterilizado (los niños - burbuja, que se hicieron tristemente famosos hace años). En un ensayo clínico realizado en Italia, ocho de diez pacientes ya no necesitan terapia enzimática y pueden llevar una vida normal.
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