martes, 7 de diciembre de 2010

LA REUNIÓN DE CANCÚN Y EL CAMBIO CLIMÁTICO / CANCUN SUMMIT AND GLOBAL WARMING







Ya ha pasado una semana desde el comienzo de la COP 16 , que es el nombre oficial de la reunión anual interestatal, convocada por la ONU, sobre el calentamiento global. Ha terminado la fase técnica de las negociaciones, y están llegando a Cancún los responsables políticos, con objeto de encabezar la fase final - la más delicada - de las negociaciones, y firmar, si se dan las condiciones, un acuerdo... ¿sobre qué? ¿con qué contenidos? De momento, las informaciones que llegan parecen corroborar las primeras, y negativas, impresiones.
¿Qué motivos hay para la preocupación?Apuntaré brevemente algunos:

1º La Secretaría de la Conferencia ha hecho ya públicos los tres borradores de acuerdo elaborados en esta primera semana de negociaciones, y que tratan de:

  • Incluir los proyectos de captura y almacenamiento de CO2 entre los "mecanismos de desarrollo limpio" que permiten descontarse cuotas de reducción de gases de invernadero.
  • Extender a cinco años el mandato del Grupo Experto para los países menos adelantados. Este grupo les asesora para que preparen estrategias de desarrollo que no aumenten el calentamiento.
  • Reforzar (suponemos que con un fondo financiero específico) las políticas educativas y concienciadoras con respecto al problema del calentamiento global.

De los tres temas en que se centran estos preacuerdos, lo menos malo que se puede decir es que son secundarios. En el primero de ellos, además, podrían beneficiar - sí, aún más - a los países más ricos. ¿Qué hay, en cambio, de la reducción de emisiones? Al menos en estos borradores, nada de nada.

2º Tanto la presidencia mexicana de la Conferencia como las delegaciones de EEUU y la Unión Europea, entre otras, han dejado claro que no es objetivo de esta reunión el logro de un acuerdo de reducción de emisiones, con cifras y plazos de cumplimiento que comprometan a todos los firmantes. En su lugar, se baraja la idea de una declaración en la que algunos estados "manifiestan su intención de reducir sus emisiones" en los próximos años.

¡Qué diferencia con los objetivos de la reunión de Copenhague, hace ahora un año! En aquella ocasión, los más conspicuos líderes mundiales, con Obama a la cabeza, se llenaron la boca con declaraciones altisonantes sobre la necesidad de llegar a un acuerdo histórico que evitara un daño irreparable... El fracaso total de aquella cumbre, cuyo único acuerdo fue el de seguir hablando un año después, parece haber escarmentado a estos ilustres mandatarios. ¿Para comprometerse en unas negociaciones serias conducentes a un acuerdo internacional vinculante que frene la tendencia al calentamiento global? No, simplemente para no dejarse ver por la reunión de Cancún. La imagen propia está muy por encima de la seguridad de personas y ecosistemas.

3ºEl penúltimo mazazo asestado a las esperanzas de acuerdo lo ha dado Japón, al anunciar que no firmará ningún acuerdo que prorrogue los de Kyoto, vigentes, tras su última prórroga, hasta 2012. Australia y Canadá no han tardado en seguir los pasos de Japón, y el efecto de arrastre ejercido por estos países puede ser aún mayor.

Con estos antecedentes, ¿qué podemos esperar de la reunión de Cancún? ¿Una declaración final del tipo "se han sentado las bases para un diálogo constructivo que permita alcanzar un acuerdo efectivo en la próxima reunión anual...bla, bla, bla..."?




















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