jueves, 2 de mayo de 2024

EL ALCOHOL EN NUESTRO CUERPO - 2 /ETHANOL INSIDE OUR BODY - 2

 

Este es el segundo de una serie de tres artículos que tratan de presentar, en términos sencillos y divulgativos, algunos de los efectos del alcohol etílico en nuestro cuerpo. En principio, su público "blanco" debería estar formado por estudiantes de 4ºESO,1º y 2ºBachillerato, junto con su profesorado. No obstante, pienso que puede ser de interés para muchas otras personas. Creo que puede ser considerado como un texto divulgativo de nivel medio-bajo. Cualquier comentario, crítica, observación, matización, etc. será bienvenido.

This is the second of a three-articles series aimed to show some effects of ethanol in our body. Its target public should be made up of 15–17-year-old students and their teachers. Furthermore, it could be also interesting for much more people. Any comment, criticism or opinion will be welcome.

 

En nuestro primer artículo sobre este tema, veíamos cómo nuestro hígado transforma el etanol de las bebidas alcohólicas en acetaldehído, y éste – mucho más tóxico – en acetato, la forma disuelta en agua del ácido acético.

En las mismas células que forman el hígado, el acetato es oxidado hasta producir CO2 (dióxido de Carbono) y agua, más una importante cantidad de energía. El metabolismo del alcohol etílico consume también una cierta cantidad de una molécula llamada NAD+, esencial para la descomposición allí mismo de la glucosa,  el azúcar más común de nuestra dieta.

Este mecanismo funciona con eficacia para procesar las cantidades de etanol contenidas en nuestra alimentación habitual. Al fin y al cabo, es el resultado de millones de años de evolución química y biológica. Sin embargo, lo que esta evolución no pudo prever es que cierta especie de primate desarrollara una especial querencia por bebidas más o menos ricas en etanol y, en consecuencia, intensificara su ingesta. ¿Qué sucede en esta situación?

En primer lugar, cuando llega al hígado una elevada cantidad de alcohol se reduce enormemente la concentración de NAD+ en sus células. La consecuencia inmediata de esto es que la descomposición y síntesis de glucosa se detienen. Esto significa que el hígado pierde su capacidad para mantener una concentración constante de glucosa en sangre, la famosa glucemia. Es como si perdiera el control sobre los dos pedales reguladores de la misma: el acelerador (síntesis) y el freno (descomposición). Como cierto órganos consumen constantemente glucosa, que adquieren de la sangre, la concentración de esta molécula disminuye progresivamente sin que el hígado pueda hacer nada por evitarlo. Llega un momento en que nuestro cerebro no recibe suficiente glucosa para su funcionamiento, lo que desencadena una serie de problemas que pueden llevar al desastre.

Una de las primeras regiones encefálicas en “desconectarse” es el hipotálamo, responsable de regular la temperatura corporal. El resultado es que ésta disminuye ligeramente, si es que podemos calificar de “ligero” un descenso de hasta 2ºC, que afecta seriamente a nuestra homeostasis corporal.

Sin embargo, uno de los efectos aparentes de las bebidas alcohólicas es una sensaciónde calor, junto con el enrojecimiento de las partes salientes del cuerpo: orejas, nariz, etc. Este fenómeno es causado por la vasodilatación periférica (los vasos sanguíneos bajo la piel se ensanchan) por efecto del acetaldehído, producto, a su vez, de la descomposición del alcohol. Así pues, nuestro cuerpo puede enfriarse – incluso peligrosamente – al tiempo que sentimos calor. No hay contradicción.

Rubén  Nieto.

 
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