No cabe duda de que las vacunas son, junto con las medidas de higiene, los avances biomédicos que más vidas han salvado, seguidos a distancia por los antibióticos y otros medicamentos antibacterianos o antivirales. Sin embargo, muchas personas otorgarían el primer lugar, de ser preguntadas, a los antibióticos. la explicación puede estar en que, durante nuestra vida adulta, estamos mucho más en contacto con fármacos que con vacunas. casi todos hemos tenido la experiencia (en nosotros o en alguna persona próxima) de alguna enfermedad curada con antibióticos. Por el contrario, no tenemos muchos recuerdos de esos pequeños pinchazos que nos dieron de pequeños y, sobre todo, asociarlos con la ausencia de algo (el hecho de no contraer determinadas infecciones) es contraintuitivo.
Este corto video nos ayuda a visualizar la secuencia de dramáticos acontecimientos que suceden en nuestro organismo entre la primera vez que nos vacunamos y las siguientes entradas de microorganismos.
La realidad es mucho más compleja que lo que muestra el video. Hay varios tipos de glóbulos blancos, cada uno con una función específica dentro de la tarea común del sistema inmune, que es eliminar cualquier objeto no reconocido como propio del organismo. Hay también un complicadísimo y aún no bien conocido lenguaje químico que permite a los distintos tipos de células inmunitarias comunicarse entre ellas a través de decenas de moléculas diferentes producidas por los glóbulos blancos. Nada de esto importa mucho si lo único que buscamos es una primera aproximación.
En cambio, sí que hay que reseñar algo que puede inducir a error. En el video se nos habla constantemente de virus, como si estos fueran los únicos agentes productores de enfermedades y los únicos controlados por nuestro sistema inmune. Obviamente, no es así. Bacterias, hongos, protozoos, algas, micoplasmas,incluso moléculas como los priones o ciertas toxinas, pueden desencadenar enfermedades de mayor o menor gravedad. A excepción de las toxinas, todos estos agentes pueden producir enfermedades contagiosas. Y todos ellos, afortunadamente, son el blanco de nuestro sistema inmune.
These two videos are a bit more compex but, on the other side, give a more accurate account of how the inmune system really works.
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