lunes, 13 de octubre de 2008

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE DARWIN? / WHY IS DARWIN SO IMPORTANT?







En 2009 se cumplirán 200 años del nacimiento en Shrewsbury (Gran Bretaña) de Charles Robert Darwin. También se cumplirán 150 años de la publicación de la primera edición (24 de Noviembre de 1859) de su obra más conocida: El Origen de las Especies. Así pues, leeremos y oiremos muchas cosas sobre Darwin en los próximos meses. También este blog aprovechará la efemérides para abordar diversos temas relacionados con su vida y su obra, pero sobre todo con la evolución y la selección natural. Quizá debamos empezar por justificar brevemente la colosal importancia de este científico.
Hasta los siglos XVI y XVII, las concepciones sobre la posición de nuestra especie en el Universo eran claramente antropocéntricas. Según ellas, la Tierra es el centro del Universo y la especie humana domina la Tierra, en virtud de su carácter superior, hecha a imagen y semejanza de la divinidad. Pues bien, la historia de la ciencia moderna es, en buena parte, la del desmontaje de esa autocomplaciente visión de nosotros mismos. Este desmontaje se efectúa en dos etapas.
En la primera de ellas, el modelo geocéntrico del Universo es reemplazado por el heliocéntrico. En éste, la Tierra ya no es el centro, sino un planeta más, que recorre distancias vastísimas por el espacio mientras gira sin cesar – como otros planetas – alrededor del sol.
En la segunda etapa nuestra especie sufre el descabalgamiento definitivo del pedestal en que nosotros mismos nos habíamos colocado, y esto se lo debemos en buena parte a Charles Darwin. Veamos en qué sentido esto es así.
Darwin no es, ni mucho menos, el primero en hacer pública la idea de que los seres vivos cambian a lo largo del tiempo y las especies se modifican, dando lugar a otras nuevas. Desde fines del siglo XVIII la idea de cambio, en ciencias naturales como en ciencias sociales, impregnaba el ambiente intelectual europeo y norteamericano. Sin ir más lejos, el propio abuelo de Darwin, Erasmus, había escrito sobre ello. ¡Y qué decir de Lamarck en Francia! Tampoco puede adjudicarse a Darwin la autoría de la primera teoría evolutiva digna de tal nombre, pues los libros escritos por Lamarck datan de medio siglo antes de El Origen de las Especies.
¿Cuál es, pues, el mérito de Darwin?
Con la perspectiva que dan los años transcurridos, podemos afirmar que nuestro autor realizó dos enormes aportaciones a la ciencia y el pensamiento contemporáneos.
En primer lugar, en El Origen de las Especies reunió y expuso argumentadamente un número abrumador de pruebas a favor de la idea de evolución, como nadie había hecho antes. Las pruebas procedían de la biogeografía, de la anatomía comparada, la paleontología y el comportamiento animal. En su conjunto, tenían tal potencia argumentativa que unos años después de la publicación de su obra, la mayor parte de los científicos serios del mundo occidental aceptaban la evolución biológica como un hecho, aunque el consenso sobre cómo se produce el cambio evolutivo tardó mucho más en llegar.
La segunda gigantesca aportación de Darwin a la ciencia es su teoría sobre el mecanismo de la evolución biológica: la selección natural. En realidad, la paternidad intelectual debe ser compartida con Alfred Russell Wallace, el joven naturalista que, al comunicar sus ideas a Darwin, precipitó la publicación por éste de los estudios sobre evolución en los que venía ocupándose desde más de veinte años antes. Pero aquí, nuevamente, el carácter sistemático de Darwin marca la diferencia. La exposición detallada de la teoría de la selección natural, plagada de argumentaciones, ejemplos, analogías, etc., deja poco lugar a la ambigüedad. En el contexto científico de la época, la teoría darwiniana tiene sus puntos débiles. Le falta, por ejemplo, una teoría de la herencia biológica en la que apoyarse. Pero su claridad y poder explicativo es tan enorme que ganó adeptos rápidamente. Sin embargo, hubo que esperar a mediados del siglo XX para que, en conjunción con la genética de poblaciones y la naciente Biología molecular, la selección natural fuera aceptada por la comunidad científica como mecanismo básico de cambio evolutivo.
¿Qué queda de Darwin en la actualidad? En primer lugar, la ciencia contemporánea considera la evolución biológica como un hecho, mal que les pese a los creacionistas. El “cómo” de la evolución se explica mediante lo que se ha dado en llamar teoría sintética o, más inapropiadamente, neodarwinismo. El nombre obedece al hecho de que está construida con aportaciones recientes de distintas disciplinas biológicas: Genética, Bioquímica, Anatomía y Fisiología, Ecología, Etología, Biogeografía, etc. El núcleo de esta teoría sigue siendo la selección natural darwiniana. Y su alcance es, hoy como ayer, inmenso. Todas las ciencias naturales tienen una o dos teorías centrales que articulan y dan coherencia al conjunto de conocimientos construidos por cada disciplina. Pues bien, en el caso de la Biología ese papel central corresponde, sin ninguna duda, a la teoría sintética de la evolución. No exageraba el gran genetista T. Dobzhanskii cuando afirmaba: Nada tiene sentido en Biología si no es a la luz de la evolución.
En definitiva, la “peligrosa idea de Darwin”, en palabras del filósofo de la ciencia Daniel Dennett, supuso una revolución científica y filosófica cuyas consecuencias aún no han terminado de desarrollarse. No somos los mismos después de Darwin. Gracias, en buena parte, a su esfuerzo, disponemos de un potente modelo explicativo sobre la historia de la Tierra y de la vida, y sobre los cambios que en ellas acontecen. Y nuestra visión del mundo y de nosotros mismos ha cambiado en consonancia con ello.

NOTA.: No cabrían en una sola entrada otros aspectos muy importantes de la obra de Darwin: su obra sobre el origen de nuestra especie, su explicación sobre la formación de los atolones del Pacífico y otras contribuciones a la Geología, sus ideas sobre coevolución de plantas e insectos, su carácter de precursor de la Etología,… Quien quiera conocer algo más sobre la vida y obra de Darwin puede consultar literalmente miles de libros, revistas y sitios web. Para empezar, recomiendo estos:
- Pelayo, F. (2001): Darwin. De la creación a la evolución. Ed. Nivola. Madrid.
- Huxley, J. y Kettlewel, H.D.B. (1987): Darwin. Ed. Salvat. Barcelona.
- Sarukhan, J. (1988): Las musas de Darwin. FCE. México.
- Todas las obras divulgativas del gran paleontólogo Stephen Jay Gould (El pulgar del panda, La sonrisa del flamenco, etc.) publicadas en castellano por la editorial Crítica.
- Un excelente blog en castellano sobre evolución: http://paleofreak.blogalia.com

jueves, 9 de octubre de 2008

MAMÍFEROS EN PELIGRO / ENDANGERED MAMMALS











En el Congreso Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que se está celebrando en Barcelona entre el 5 y el 14 de este mes, se ha hecho público el más completo estudio hecho sobre la situación de los mamíferos (ese grupo zoológico al que pertenecemos todos los lectores de este blog) en el mundo. Y los resultados del estudio son muy preocupantes. De un total de 5487 especies, al menos 1141 (más de un 20%) están en riesgo de extinción. Y, de éstas, 188 están en peligro inminente de desaparecer. Además, en algunos casos ya es demasiado tarde para evitarlo. Al menos 76 especies se han extinguido desde el siglo XVI por causas atribuibles, parcial o totalmente, a los seres humanos.
Para empeorar aún más el panorama, hay 836 especies de las que no se tienen datos suficientes como para evaluar su status. Esto significa que la lista de mamíferos en peligro podría llegar a un 36% del total de especies.
En cuanto a las causas de esta catástrofe para la biodiversidad, hay que colocar en primer lugar la pérdida y fragmentación de hábitats, provocada a su vez por distintas actividades humanas: urbanización incontrolada, deforestación, construcción de grandes obras públicas, sobrepastoreo, desecación de humedales, etc. También contribuyen a acentuar el problema la caza incontrolada y la introducción en hábitats naturales de especies ajenas a los mismos.
En el lado positivo, el estudio constata varios casos en los que acciones conservacionistas cuidadosamente planeadas y ejecutadas han permitido salvar de la extinción a especies como el hurón patinegro (Mustela nigripes) en Norteamérica, o el caballo de Przewalski (Equus ferus) en Mongolia.
Pero no sólo hay mamíferos a punto de desaparecer del planeta. La lista roja de la UICN incluye un total de 16928 especies de seres vivos amenazadas de extinción (un 38% del total de las estudiadas). Aves, reptiles, anfibios, peces,… pero también insectos amenazados por coleccionistas o muchas plantas que son frágiles reliquias de un tiempo y un clima pretéritos. Aunque plantas e invertebrados no disfrutan de la buena imagen que tienen los animales más parecidos a nosotros como los mamíferos, su belleza – fruto de larguísimos e irrepetibles procesos evolutivos – y su importancia para el mantenimiento de los equilibrios naturales no les van a la zaga.
Carlos M. Herrera, uno de nuestros más reputados especialistas en Ecología, ha escrito a menudo sobre las muchas razones que deben llevarnos a no descuidar la conservación de estos seres vivos que también son nuestros pequeños parientes. Nosotros, mucho más modestamente, lo haremos en una próxima entrada.
 
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