jueves, 9 de enero de 2014

TRES ESCENARIOS GEOGRÁFICOS PARA EL CALENTAMIENTO GLOBAL


En esta entrada intentamos reflejar cómo afectaría el calentamiento global a lo largo del siglo XXI a tres regiones muy diferentes desde el punto de vista climático, demográfico, económico y cultural. Se trata de una descripción cualitativa, muy sucinta y aproximada, con algunas afirmaciones que necesitarían una matización si queremos ser verdaderamente rigurosos. Pese a ello, creo que puede ser válida como primera aproximación para comprender lo que nos espera si no somos capaces de prevenir este calentamiento.

El calentamiento global: previsiones cualitativas para distintos escenarios geográficos.

Resumiremos algunas posibles consecuencias del aumento de temperatura a lo largo del siglo XXI en tres escenarios geográficos muy diferentes:

1º.-  Monzónico. Ej.: Golfo de Bengala Bangla Desh, Calcuta y Sunderbuns, Delta del Mekong, etc.

1.1.- Mayor intensidad y frecuencia de fenómenos atmosféricos de alta energía: lluvias torrenciales, ciclones, vientos monzónicos, inundaciones, etc. Dos causas:

- Más energía cinética de las moléculas gaseosas de la troposfera.

- Al desplazarse los cinturones climáticos hacia el Norte en el hemisferio N, las zonas de origen de los ciclones están más cerca de algunas áreas costeras muy densamente pobladas, como puede comprobarse en cualquier mapa.

1.2.- Adelanto en la llegada de los frentes lluviosos monzónicos, con la consiguiente perturbación en la maduración de los arrozales.

1.3.- Salinización progresiva de los acuíferos costeros. Posiblemente sea la consecuencia más difícil de prevenir y, por tanto, la más peligrosa a medio plazo.

Nótese que todos estos fenómenos sucederán sobre una región con una altísima densidad de población (afectarían directamente a algunos cientos de millones de personas) y a sociedades muy vulnerables a riesgos climáticos.

2º.- Mediterráneo. Incluye, en mayor o menor medida, todo el Sur de Europa, Norte de África y Oriente Medio.

Los modelos regionales más ajustados hasta ahora indican un incremento de temperaturas de 3ºC – 4ºC, así como una reducción de un 10% - 20% en las precipitaciones. Todo ello, en su conjunto, traería consigo una importante reducción en el volumen de agua disponible.

En el caso de Andalucía, lo anterior afectaría sensiblemente a dos de los sectores productivos más dinámicos de nuestra economía: la agricultura de regadío y el turismo. Probablemente obligaría a realizar cuantiosas inversiones en grandes obras de infraestructura para asegurar el abastecimiento de agua: trasvases de cuenca, embalses, desaladoras, etc. Todas estas infraestructuras, además de ser muy costosas, tienen un elevado impacto ambiental.

3º- Norte de Europa. Cuenca del Mar Báltico, Escandinavia, Islas Británicas, etc.

Los modelos prevén una mayor pluviosidad en forma líquida, junto a deshielos más rápidos e intensos, y probablemente una mayor frecuencia e intensidad de inundaciones. La temperatura más alta, junto con el aumento en la pCO2 atmosférica, podría incrementar el rendimiento fotosintético y, consecuentemente, la producción agrícola, al menos en ciertos cultivos. Otras consecuencias serían:

- Posibilidad de introducir nuevos cultivos, propios de regiones más meridionales: vid, cítricos, etc.

- Apertura de nuevas rutas de navegación a través del Ártico. Esto haría más rápido y barato el transporte de mercancías a gran escala entre los puertos europeos y asiáticos.

- Posibilidad de explotación de yacimientos de minerales, gas, etc. en lugares hoy inaccesibles.

Hay indicios de peso de que todas las predicciones relativas a esta área geográfica se están empezando a cumplir. Se han vuelto a cultivar viñedos en el Sur de Inglaterra, varios barcos mercantes han abierto nuevas rutas costeando el Ártico y los estados ribereños han desencadenado multitud de acciones diplomáticas para hacer valer sus derechos de explotación de las nuevas reservas minerales del Ártico.

Si comparamos los tres escenarios anteriores, observaremos fácilmente que las consecuencias del calentamiento pueden ser muy diferentes, dependiendo de la región del mundo que estudiemos. Profundizando un poco más, encontraremos que gran parte de las consecuencias más negativas recaen en escenarios geográficos muy densamente poblados y dominados por la pobreza, como BanglaDesh, Calcuta, Filipinas, delta del Mekong, etc. Por el contrario, algunas de las pocas consecuencias que pudieran ser positivas - como la extensión hacia el Norte de Europa de cultivos mediterráneos de alto valor añadido, o la explotación de recursos minerales en regiones árticas – se concentran en algunas de las regiones más ricas y desarrolladas del globo.

El lector o lectora inteligente sabrá relacionar estos hechos con las actitudes que países ricos y pobres (dicho de manera sumaria aunque inexacta) han mantenido durante las negociaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin duda, el lector o lectora inteligente sabrá extraer las oportunas consecuencias.

 
 
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