Esta idea revolucionaria no fue objeto de debate hasta que
se hizo realidad, y fue gracias al sistema CRISPR que corresponde a las siglas en
inglés “Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats”. Esto
quiere decir “Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente
interespaciadas”. Este sistema es una herramienta molecular que edita y
corrige el genoma de cualquier célula incluidas las humanas. Es como unas
tijeras que cortan el ADN pudiendo modificarlo.
Este proyecto se puso manos a la obra
cuando se publicó un artículo que describía la defensa de una bacteria (Streptococcus
pyogenes) ante las infecciones víricas. Estas, gracias a unas enzimas,
distinguen el material genético de la bacteria y del virus, atacando el de
este. Al investigarlo se encontró una secuencia palindrómica (leída igual al
derecho y al revés) en una misma zona del genoma de muchos microorganismos.
Esta se separaban mediante espaciadores. Las secuencias que van delante son
llamadas las líder; estas son las CRISPR. Cerca de este grupo se encuentran
genes codificadores para un tipo de enzimas, los cas. Las proteínas Cas cogen
parte del ADN viral, lo modifican e integran con un conjunto de secuencias
CRISPR. Esta observación biológica se convirtió pronto en una herramienta
molecular útil en el laboratorio.
Es verdad que el control de genes de
personas suena poco ético, no obstante, ¿quién se opondría a esto ante una
enfermedad cuyo único remedio reside en esta “terapia génica”? Algunos de estos
investigadores, de los cuales destaca Kathy Niakan del Francis Crick Institute,
pretenden el empleo de esta técnica para eliminar algunos genes dañinos del
desarrollo embrionario. Según ella dice "Nos gustaría comprender los genes
que son necesarios para que un embrión humano se desarrolle con éxito en un
bebé sano", y a partir de aquí procederían a su manipulación. Además
Niakan admite que esto podría llegar a solucionar problemas del tipo de la
infertilidad en la modificación de las células madres. También evitarían abortos
de niños con problemas. Y globalmente supondría acabar de golpe con las 5000
enfermedades hereditarias existentes.
Ha habido muchos artículos en contra de este proyecto calificándolo de
precipitado y contrario a la ética debido a que va contra la dignidad humana
vulnerando su vida. Además, la tecnología CRISPR/Cas 9 no ofrece aún la
fiabilidad y seguridad para editar y corregir genes humanos con la precisión
deseada. Se habla mucho últimamente sobre las “dianas inespecíficas”, es decir,
la modificación en regiones distintas a la que se pretende editar, ocurriendo
un efecto secundario que no será una inflamación, una diarrea o un dolor de
cabeza, sino otro de una naturaleza mucho más grave.
Aquí llega la siguiente razón en contra y es que se realice con
embriones; hablamos de embriones que aún no han llegado a la línea germinal.
Esto quiere decir que el riesgo de afectar a la información genética en futuras
células madre es muy grande. Y no estamos hablando de consecuencias para el
propio individuo sino para sus descendientes de futuras generaciones. Aún
siguen prohibidas estas técnicas en los países desarrollados. Y no hemos hablado
de las atrocidades que se podrían llegar a cometer ilegalmente.
A pesar de esto, los investigadores se revolucionan por conseguir la
patente y es cierto que esto tiene muchas cosas buenas. Para saber qué ocurrirá
solo tenemos que esperar, y si suponemos que lo que todo lo mueve es el dinero,
podremos imaginar con antelación a dónde llegará este proyecto.
Francis Crick Institute. |
José Manuel García Zapata.
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