Muchas personas comentan el haber tenido la experiencia de algo que ellos denominan viaje astral. Relatan haber experimentado la sensación de terror y angustia al sentir que durante el sueño su cuerpo se encontraba paralizado sin poder realizar ningún movimiento voluntario, incluso llegando a escuchar sonidos y ver figuras como sombras o familiares fallecidos. Este tipo de vivencias las confunden algunos individuos con la condición de haber estado cerca de la muerte. ¿Existe alguna explicación científica para este tipo de fenómenos? Actualmente sí, pues la clasificación internacional de enfermedades y trastornos mentales en su última edición nos habla de diversos trastornos del sueño denominados genéricamente parasomnias. Una de estas alteraciones es la parálisis del sueño. Este trastorno consiste en la incapacidad temporal para realizar cualquier tipo de movimiento voluntario, teniendo lugar durante el periodo de transición entre el estado de sueño y el de vigilia. Puede ocurrir en el momento de inicio del sueño o en el anterior al despertar. Su duración suele ser corta, en general entre uno y tres minutos, tras los cuales la parálisis cede espontáneamente. Durante el episodio, la persona está consciente, con capacidad auditiva y táctil, pero es incapaz de moverse o hablar. Sin embargo, no existe peligro alguno para su vida. Otro tipo de parasomnias, que están descritas clínicamente, son las alucinaciones hipnagógicas (alucinación auditiva, visual y/o táctil que se produce poco antes del inicio del sueño) e hipnopómpicas (alucinación auditiva, visual y/o táctil que se produce poco antes de la vigilia). Estas se pueden dar simultáneamente con la parálisis del sueño. La psiquiatría define además otro fenómeno denominado autoscopia que consiste en la visión de uno mismo desde el espacio exterior. Este tipo de experiencias suelen durar unos segundos y van acompañadas de una intensa sensación de terror. Las alteraciones psicopatológicas nombradas anteriormente (parálisis del sueño, alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas y autoscopia) son las adecuadas para dar una explicación a las vivencias subjetivas que refieren muchas personas y que atribuyen a fenómenos paranormales o esotéricos sin ninguna base científica, basándose en las supersticiones y creencias populares. Y tú, amigo lector, ¿con que explicaciones prefieres quedarte? ¿Con las especulaciones paranormales y esotéricas o con las respuestas que nos ofrece la ciencia?
Sara Moscoso.
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