En esta entrada
intentamos reflejar cómo afectaría el calentamiento global a lo largo del siglo
XXI a tres regiones muy diferentes desde el punto de vista climático,
demográfico, económico y cultural. Se trata de una descripción cualitativa, muy
sucinta y aproximada, con algunas afirmaciones que necesitarían una matización
si queremos ser verdaderamente rigurosos. Pese a ello, creo que puede ser
válida como primera aproximación para comprender lo que nos espera si no somos
capaces de prevenir este calentamiento.
El calentamiento
global: previsiones cualitativas para distintos escenarios geográficos.
Resumiremos algunas posibles consecuencias del aumento de
temperatura a lo largo del siglo XXI en tres escenarios geográficos muy
diferentes:
1º.- Monzónico. Ej.: Golfo de Bengala Bangla Desh,
Calcuta y Sunderbuns, Delta del Mekong, etc.
1.1.- Mayor intensidad y frecuencia de fenómenos
atmosféricos de alta energía: lluvias torrenciales, ciclones, vientos
monzónicos, inundaciones, etc. Dos causas:
- Más energía cinética de las moléculas gaseosas de la
troposfera.
- Al desplazarse los cinturones climáticos hacia el Norte en
el hemisferio N, las zonas de origen de los ciclones están más cerca de algunas
áreas costeras muy densamente pobladas, como puede comprobarse en cualquier
mapa.
1.2.- Adelanto en la llegada de los frentes lluviosos
monzónicos, con la consiguiente perturbación en la maduración de los arrozales.
1.3.- Salinización progresiva de los acuíferos costeros.
Posiblemente sea la consecuencia más difícil de prevenir y, por tanto, la más
peligrosa a medio plazo.
Nótese que todos estos fenómenos sucederán sobre una región
con una altísima densidad de población (afectarían directamente a algunos
cientos de millones de personas) y a sociedades muy vulnerables a riesgos
climáticos.
2º.- Mediterráneo. Incluye,
en mayor o menor medida, todo el Sur de Europa, Norte de África y Oriente
Medio.
Los modelos regionales más ajustados hasta ahora indican un
incremento de temperaturas de 3ºC – 4ºC, así como una reducción de un 10% - 20%
en las precipitaciones. Todo ello, en su conjunto, traería consigo una
importante reducción en el volumen de agua disponible.
En el caso de Andalucía, lo anterior afectaría sensiblemente
a dos de los sectores productivos más dinámicos de nuestra economía: la
agricultura de regadío y el turismo. Probablemente obligaría a realizar
cuantiosas inversiones en grandes obras de infraestructura para asegurar el
abastecimiento de agua: trasvases de cuenca, embalses, desaladoras, etc. Todas
estas infraestructuras, además de ser muy costosas, tienen un elevado impacto
ambiental.
3º- Norte de Europa. Cuenca
del Mar Báltico, Escandinavia, Islas Británicas, etc.
Los modelos prevén una mayor pluviosidad en forma líquida,
junto a deshielos más rápidos e intensos, y probablemente una mayor frecuencia
e intensidad de inundaciones. La temperatura más alta, junto con el aumento en
la pCO2 atmosférica, podría incrementar el rendimiento fotosintético
y, consecuentemente, la producción agrícola, al menos en ciertos cultivos.
Otras consecuencias serían:
- Posibilidad de introducir nuevos cultivos, propios de
regiones más meridionales: vid, cítricos, etc.
- Apertura de nuevas rutas de navegación a través del
Ártico. Esto haría más rápido y barato el transporte de mercancías a gran
escala entre los puertos europeos y asiáticos.
- Posibilidad de explotación de yacimientos de minerales,
gas, etc. en lugares hoy inaccesibles.
Hay indicios de peso de que todas las predicciones relativas
a esta área geográfica se están empezando a cumplir. Se han vuelto a cultivar
viñedos en el Sur de Inglaterra, varios barcos mercantes han abierto nuevas
rutas costeando el Ártico y los estados ribereños han desencadenado multitud de
acciones diplomáticas para hacer valer sus derechos de explotación de las
nuevas reservas minerales del Ártico.
Si comparamos los tres
escenarios anteriores, observaremos fácilmente que las consecuencias del
calentamiento pueden ser muy diferentes, dependiendo de la región del mundo que
estudiemos. Profundizando un poco más, encontraremos que gran parte de las
consecuencias más negativas recaen en escenarios geográficos muy densamente
poblados y dominados por la pobreza, como BanglaDesh, Calcuta, Filipinas, delta
del Mekong, etc. Por el contrario, algunas de las pocas consecuencias que
pudieran ser positivas - como la extensión hacia el Norte de Europa de cultivos
mediterráneos de alto valor añadido, o la explotación de recursos minerales en
regiones árticas – se concentran en algunas de las regiones más ricas y
desarrolladas del globo.
El lector o lectora
inteligente sabrá relacionar estos hechos con las actitudes que países ricos y
pobres (dicho de manera sumaria aunque inexacta) han mantenido durante las
negociaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin
duda, el lector o lectora inteligente sabrá extraer las oportunas
consecuencias.
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