Los motivos que me impulsaron a emprender este nuevo proyecto son muy similares a los que expuse en otra nota hace dos años. Como dije entonces, constato una y otra vez que la práctica totalidad de mis estudiantes muestra un total desconocimiento de lo que son los poderes públicos, la Administración a sus distintos niveles, y la diferencia entre ésta, las empresas privadas y los colectivos ciudadanos. Llegan al extremo de exigirle a una asociación de vecinos lo que debería ser competencia de un ministerio, al ministerio o consejería lo propio de una empresa privada, y a ésta lo que habitualmente hace una ONG. Todas las instancias que acabo de mencionar suelen ser vistas como parte de la misma vaga nebulosa que planea sobre sus cabezas y que podrían describir como “los que mandan”, “los que tienen el dinero”, o, simplemente, “los de arriba".
Uno de los objetivos de la asignatura "Ciencia para el Mundo Contemporáneo" es (¡ay, era! ha desaparecido con la LOMCE, la malhadada ley Wert) conseguir que el alumnado valore la importancia de la ciencia en la vida actual, y desarrolle una capacidad crítica que le permita intervenir como ciudadano responsable en todos aquellos asuntos públicos que tengan una componente científica y tecnológica. No se pueden desarrollar estas capacidades sin un mínimo conocimiento de las relaciones entre administraciones,
sociedad civil y ciudadanía. Por ello decidí desarrollar todo el tercer bloque temático de la asignatura (aproximadamente el tercer trimestre) a través de un juego de rol, que también permitiría trabajar la búsqueda de información, la expresión oral, valores de respeto e interés hacia las opiniones ajenas, etc.
El proyecto se titula "Bilinguonia y Sierra Bonita: evaluación ciudadana de impacto ambiental". Se trata de una simulación de la discusión y, en su caso, aprobación de un proyecto de infraestructuras (autopista, línea de AVE, embalse) que afectan a un valioso espacio natural protegido. El Patronato del Parque Natural (en el que están representados múltiples agentes sociales y ciudadanos, científicos, ecologistas, administraciones, etc.) debe elaborar un informe favorable o contrario a dicho plan. El alumnado, en sus distintos roles, tiene que documentarse sobre las cuestiones económicas, sociales, ambientales y tecnológicas que van a determinar sus respectivas posturas en el debate: urbanismo, biodiversidad, gestión del agua, energías fósiles y renovables, agricultura intensiva y ecológica, desarrollo rural, etc. A continuación, el patronato analiza el plan de infraestructuras propuesto por la Administración. Si su informe final es negativo, la Unión Europea no financiará el plan y éste, demasiado costoso para las administraciones estatal y autonómica, no se llevará a cabo.
Los debates se prolongan durante varios días. Los distintos miembros del patronato argumentan sus posiciones, ayudándose en muchos casos de presentaciones en las que también reflejan los datos que han buscado en distintas fuentes, en apoyo de sus afirmaciones y propuestas. Finalmente, se vota el posicionamiento del patronato con respecto al plan. Dos alumnas ejercen roles de observadoras: una es una observadora interna, que levanta acta de los debates y nos informa periódicamente de lo ya tratado. La otra es una observadora externa al grupo, que registra la dinámica interna del mismo: alianzas, enfrentamientos, cambios de posición, ofertas y contraofertas, etc.La actividad termina con una autoevaluación de la misma, hecha tanto por el alumnado como por el profesor, que ha permitido poner de relieve algunos de los puntos fuertes y débiles de la misma.
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